Dice el artículo 35.1 de la Constitución Española que Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la
libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a
una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia,
sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de
sexo.
También la ONU reconoce dentro de los derechos sociales, culturales y humanos el derecho de los trabajadores a un salario equitativo e igual por trabajo de igual valor.
Parecía que en Europa los sistemas sociales habían incorporado en su legislación una protección suficiente a los trabajadores, incluído el derecho a un salario justo, para lo cual existen mecanismos de negociación colectiva, un salario mínimo y un derecho laboral basado en principios que tienen en cuenta la posición desigual del trabajador frente al empresario.
Sin embargo, acudimos en los últimos años a una pérdida del poder adquisitivo y nominal de los salarios generalizado a todos los sectores de la economía, llegando a aparecer el problema de la pobreza en familias donde alguno de sus miembros trabaja. El trabajo deja de ser una garantía de subsistencia en niveles adecuados.
Este es un problema que no debería de dejarnos indiferentes a ninguno de nosotros. Acercándose además unas elecciones generales, es interesante observar las propuestas de los distintos partidos para solucionar este problema.
Respecto del salario mínimo hay un abanico de propuestas que va desde su desaparición como medida de corregir el desempleo hasta dejarlo en 800 euros al finalizar la legislatura (Podemos) como ya había prometido Zapatero en su segundo mandato y luego no cumplió.
Se proponen también por parte de partidos de derecha y de izquierda aportar desde el estado una ayuda económica para los trabajadores más desfavorecidos de modo que puedan con el salario más la ayuda llegar a 900 euros.
Frente a estas propuestas surge desde Izquierda Unida la proposición del trabajo garantizado, que consiste en que el estado garantice un puesto de trabajo a todos aquellos que quieran trabajar.
Espero despertar vuestras ganas de conocer las distintas propuestas y reflexionar sobre ellas antes de ejercer el derecho al voto.